Otra vez ha quedado evidenciado el propósito político de esta persecución encabezada por Maru Campos Galván, siempre al servicio de su patrón César Duarte.

Una vergonzosa maniobra, llevada acabo además con la complicidad de los senadores del Partido Acción Nacional y el hampón de Manlio Fabio Beltrones Rivera, quien conoció antes que todos de esta intentona y buscó, de manera burda, detener la sesión y provocar un debate.

Cuando pareciera habían tocado fondo, siguen sorprendiendo a todos, ¡qué bajo ha caído Acción Nacional!, ¡qué nivel tan ignominioso!, se han atrevido a filtrar a los reporteros de la fuente del Senado de la República la orden de aprehensión completa, increíble a lo que se prestan Marko Cortés y Ricardo Anaya Cortés.

Que quede muy claro: No me escondo, he entrado por mi pie al Senado y he rendido protesta como senador de la República, con la frente en alto, porque sé el gobernador que fui y mis valores y principios siempre han estado firmes.

Acudiré a todas las instancias legales para desenmascarar esta patraña; limpiar mi nombre, frente a los excesos de este grupo corrupto y corruptor, es uno de mis primeros objetivos. No somos, ni seremos iguales ¡nunca!