En el frío cálculo de la indiferencia social, los cínicos actúan. Cometen las peores arbitrariedades e injusticias, realizan los más grandes atracos al erario público.

Los cínicos apuestan a la débil memoria colectiva para enjuagar fabulosos negocios aprovechando el poder; para reembolsar con dinero público los apoyos de campaña, ya sea a través de compras amañadas, asignaciones directas de obras de miles de millones, en la donación de terrenos o el pago inescrupuloso de vuelos privados. Y comprar a la inmensa mayoría de los medios de comunicación para acelerar esa desmemoria, resulta lo más fácil en tiempos de extorsión y mediocridad entre quienes los operan.

Lo ha dicho muy bien Jesús Silva Herzog Marquez : “el cinismo confía en que la indignación se apaga pronto”. O también se disuelve en lo inmediato.

En un país polarizado, de escándalos cotidianos, donde el odio y el encono políticos dictan la disputa partidista, los cínicos saben que burlarse de la sociedad cuesta en la opinión pública, cuando mucho, 24 horas.

El cinismo político que gobierna Chihuahua confía también en el miedo, la cobardía, la mediocridad o la vulnerabilidad de muchos de sus liderazgos políticos, empresariales y sociales. Por eso muchos de ellos callan ante la injusticia y la aberración de tener en la cárcel - por mera venganza - a un fiscal que combatió la corrupción como no lo ha hecho nadie en todo México.

En la indiferencia, en el olvido y en el silencio, se producen las tragedias y se engendran los mas grandes cínicos; uno de ellos, el mayor en muchas décadas en Chihuahua, César Duarte, endeudó y saqueó al Estado. Así lo hace también María Eugenia Campos. Es el cinismo que se conoce como maruduatismo.

Por eso es tan significativo, tan emotivo, y tan relevante lo que hicieron ayer en las escalinatas del palacio estatal de gobierno, varios de los alumnos y ex alumnos del Maestro Francisco González Arredondo: dar ejemplo de la resistencia frente a la injusticia, la perseverancia frente al desgano, la terca recordación contra la desmemoria y la cobardía, que son las cómplices del descaro, en el que se anida otra vez la corrupción.

Más de 2,000 velas fueron colocadas y encendidas para dar un poco de luz al nuevo momento de oscuridad que vive Chihuahua. Ese movimiento estudiantil “JusticiaParaFrancisco”, del que la prensa vendida solo se ocupa para burlarse, pero que da ejemplo a tod@s de una conducta, que se encierra en una palabra tan simple y trascendental a la vez: dignidad.